La versatilidad de este tipo de acabados pizarra no tiene fin. Hay quien, en vez de ocupar toda una pared, decide pintar un mueble. Ojo, en este caso, pintad siempre un mueble que tenga superficie suficiente para que nuestros pequeños pintores hagan sus diseños, como por ejemplo un armario.
Quizá la cuna no (aunque hay cunas que crecen con nuestros pequeños), pero mesitas auxiliares, cómodas y armarios, podrán usarse a medida que el niño crezca, sin problema alguno. Algo que quizá no sucedería si optas por modelos más infantiles o con colorines y motivos decorativos varios.
Desconozco si hay casas que puedan ofrecer este modelo en concreto, pero lo cierto es que no debe ser muy complicado hacerlo uno mismo. Es más, me recuerda a esos trabajos manuales de pretecnología que hacíamos en el colegio, en los que también representábamos el sistema sola. Bolas de poliespán, pintura y mucha imaginación.
Además, en la zona de transición, que como observamos no cuenta con puerta alguna, también se pueden colocar una serie de baldas para seguir almacenando, desde la ropa de nuestros hijos hasta ropa de cama o incluso libros y juguetes. Todo parecen ventajas.
Lo bueno de las pizarras es que los pequeños pueden ir dibujando y borrando cada día. Puedes escoger entre pizarras convencionales, de esas que se usan con tizas, o las pizarras blancas, en las que podrán dibujar con bolígrafos especiales. Ambas son buena elección para incluirlas en su lugar de trabajo. Colgarlas en la pared dará la sensación de que esos dibujos son auténticas piezas de coleccionista.
A ellos no les cuesta esfuerzo meter los juguetes en su interior, y decorativamente hablando quedan perfectos en cualquier rincón. Lo más interesante es que, desde que se pusieron de moda hace algunos años, han surgido un sinfín de casas que los comercializan. Encontrando así una amplia variedad de modelos que podrán encajar con la decoración de la habitación de tu hijo.
Sea como sea, es bueno ir orientando el dormitorio a un espacio que posteriormente se adaptará a sus necesidades adolescentes (con sus estudios y demás). Hoy te acerco unas cuantas opciones que puedes tener en cuenta si estás pensando en crear un escritorio o zona de trabajo en la habitación de tu hijo.
Pero, además, también hay otras opciones, como las estanterías con forma de casas de muñecas. Suelen tener una profundidad más reducida, pero siguen siendo útiles, además de para decorar, para colocar ciertos objetos como libros o los peluches favoritos de tu hijo.
Fascinada me tienes este ambiente. Un éxito absoluto con los colores, que, además de dar más claridad a esta estancia (que cuenta con una ventana más pequeña que la anterior), crean un aspecto un poco nórdico. Y claro, una es fan absoluta de los ambientes escandinavos y no puede evitar enamorarse.
Desconozco si hay casas que puedan ofrecer este modelo en concreto, pero lo cierto es que no debe ser muy complicado hacerlo uno mismo. Es más, me recuerda a esos trabajos manuales de pretecnología que hacíamos en el colegio, en los que también representábamos el sistema sola. Bolas de poliespán, pintura y mucha imaginación.
Vuelven a imponerse los colores intensos. Colores que dan vida. Sí, también en dormitorios infantiles ¿Cómo podríamos incluir las tendencias en color sin sobrecargar estas estancias? ¿Qué tonos serán los más oportunos para estar a la última? Te acerco algunas claves. Toma nota.
En este cuarto vemos también que se han decantado por los colores más intensos, tonos primarios que combinan muy bien en un fondo totalmente blanco. Si os gustan los colores llamativos y los espacios libres y divertidos, sin duda os va a rechiflar esta habitación para niños.
Al cubrir la litera con paneles hasta el techo, se logra, además, que estos espacios cuenten con privacidad. Tu hijo podrá jugar a las carreras en su parte, mientras tu hija disfruta de sus muñecas (o de más coches de carreras) en la otra.
Al cubrir la litera con paneles hasta el techo, se logra, además, que estos espacios cuenten con privacidad. Tu hijo podrá jugar a las carreras en su parte, mientras tu hija disfruta de sus muñecas (o de más coches de carreras) en la otra.