Para muestra un botón. Fijaos en lo bien que queda esta cama de forja con el estampado floral de la pared. Dan ganas de acurrucarse en ella ¿verdad?
¿Problemas de espacio? Incluso la habitación más pequeña puede reservar un rincón para colocar un escritorio. Sólo hace falta fijarse en este ejemplo. Un armario empotrado que deja un hueco junto a la ventana (bien de luz natural). Unas cuantas baldas o tablones a medida, bien sujetos a la pared y los muebles, son más que suficiente para asentarse como escritorio.
Cuando uno es niño lo que más ansía es jugar. Soñar con mundos mágicos y dejar volar la imaginación hasta el infinito y más allá. Aunque los más peques de la casa necesiten poco para distraerse y entretenerse, podemos fomentar que su espacio, su habitación, sea un lugar muchísimo más divertido.
Optimizar el espacio, sobre todo cuando hay más de un peque encasa, es prioridad. Un escritorio doble podría suponer la solución a todos tus problemas ¿Complejidad? Ninguna. Una superficie más amplia y dos sillas. Ahora bien, asegúrate de que hay espacio para los dos, tanto para trabajar como para guardar todos sus cuadernos, pinturas y demás.
Pero, además, también hay otras opciones, como las estanterías con forma de casas de muñecas. Suelen tener una profundidad más reducida, pero siguen siendo útiles, además de para decorar, para colocar ciertos objetos como libros o los peluches favoritos de tu hijo.
Me encanta este ambiente. La madera, el blanco, el toque vintage en la estancia. Pero, además, me encanta el móvil infantil que se puede apreciar. Sencillo a más no poder. Imitando a los clásicos móviles de cuna, pero con una temática muy concreta, el universo.
Hay que tener claro que estos paneles sólo cubren, no rellenan, por lo que dentro de la estructura tendrás muchos huecos libres. Un buen lugar para colocar un armario ¿no creéis? Soluciones para el almacenaje de ropa que siempre vienen bien.
Si contamos con dos habitaciones, perfecto. Pero, además, también hay otras opciones realmente originales, como, por ejemplo, crear una división separando la estancia con una litera. Y no una litera cualquiera no, una litera panelada, que funciona como una auténtica pared, eso sí, hueca ¿Sorprendidos? Pues esperad a ver lo mejor…
Pero, además, también hay otras opciones, como las estanterías con forma de casas de muñecas. Suelen tener una profundidad más reducida, pero siguen siendo útiles, además de para decorar, para colocar ciertos objetos como libros o los peluches favoritos de tu hijo.
Lo mejor de todo es que estos muebles cuentan con una amplia variedad de medidas. El espacio tampoco será problema, pues es posible encontrar muebles modulares, por ejemplo, que podrán ir adaptándose a cada hueco de la estancia.
Si se trata de hacer que tu hijo desarrolle su imaginación, no se me ocurre un mejor lugar para hacerlo que en un rincón de lectura. Sí, ya sabemos todos lo importante que es inculcar a los peques el hábito de leer.
Lo interesante (si es que se puede destacar algo en concreto sin desmerecer el resto), es la pared del cabeza, que, junto a la mesita de noche, hace un simpático guiño a las construcciones de Lego. Además, el hilo conductor, ese amarillo, sigue en la puerta del armario, metalizada y con rendijas.
La forja es un clásico también en este tipo de estilos. Sí, también es posible incluirla en el dormitorio infantil. Seguro que en más de una ocasión habéis visto pequeñas camas con una estructura metálica. De líneas redondeadas y simples, son un complemento perfecto para una habitación de estas características.
Como bien se define en conbotasdeagua.com, la habitación de Tom es una habitación muy de chico de su edad. Sencillez, sin demasiados muebles, pero con ese toque rebelde que siempre gusta.
Si pensamos en nuestra propia infancia, seguramente podemos recordar lo importante que era tener un lugar secreto, escondido y alejado de los adultos. Un tipi hace precisamente esa función, además de convertirse en un estupendo rincón para idear mágicas historias sobre indios y vaqueros, claro está.