El mundo de los papeles pintados nos apasiona. Es evidente que hay modelos más masculinos y otros más femeninos, pero, además, también encontrarás papeles pintados unisex. Papeles con animales, con lunares con rayas o con personajes de cuentos infantiles. Reserva una de las paredes de la habitación de tu hijo y deja que estos estampados cobren vida.
Y si se trata de colgar, me quedo con este último ejemplo. Aquí han tirado la casa por la ventana. Además de usar una preciosa tira de luces led para colgarla sobre la cama, dándole así profundidad a esta parte de la habitación, también han apostado por colgar un globo aerostático del techo.
Te traigo un ejemplo que me ha enamorado. Se trata de las habitaciones infantiles de una vivienda en Cracovia. Lo único que tienen en común es que, precisamente, se salen de lo común. Pues lo cierto es que están orientadas a personalidades muy diferentes.
No es que la pintura sea una mala idea para decorar las paredes de una habitación infantil. Pero lo cierto es que hay muchos más recursos, muchísimos. Además de incluir un color especial en las paredes del dormitorio de tu hijo, puedes reservar una y hacer algo diferente y divertido ¿Cómo?
Es hora de hablar de la pintura pizarra, una de las opciones que más me gustan ¿El motivo? Cuenta con un gran poder decorativo en cualquier estancia y permite que tus hijos puedan dibujar en las paredes. Una pared de pizarra puede situarse en la habitación infantil o en cualquier estancia de la casa. Además, el coste de este tipo de pinturas no es mucho más elevado que el de las convencionales. Deja que la imaginación de tu hijo vuele sobre un enorme lienzo.
Pintar las paredes con dos colores no siempre debe hacerse de forma regular. En esta imagen vemos que, además, el uso de dos tonalidades te permite crear formas irregulares que aportarán dinamismo. Pequeñas montañas rosadas sobre un fondo blanco.
No será complicado escapar de las tonalidades azules y rosa pastel. El secreto reside en fijarnos en paletas mucho más subidas de tono. Sí, seguramente tengas miedo de sobrecargar la estancia de tu hijo con un azul súper potente ¿Solución? Pintar una única pared. Menos es más. Fíjate bien como un turquesa, más bien subidito, no desentona con el resto de paredes en blanco, una potente fuente de luz natural y suelos de madera. Equilibrio, elegancia y viveza, mucha viveza.
Juguetes hechos con madera o incluso muñecas de trapo. Todos los juguetes que hubieras usado tú de pequeño, o tus padres y abuelos, son válidos para una habitación infantil romántica. Una vuelta al pasado centrándose en piezas que se convierten en parte de la decoración. Una cocinita o un viejo caballo de madera serían ejemplos perfectos.